–El error de la teoría de la seducción y la creación del Psicoanálisis:
Era la sexualidad infantil, a lo que Freud atribuía la raíz de las neurosis. Eran muchos mas los que encontraban chocante su énfasis en la sexualidad infantil. Afirmar la existencia de sentimientos sexuales en la infancia era esencial en la estrategia psicoanalítica par a explicar la conducta humana. Sin impulsos sexuales infantiles no habría «complejo de Edipo«, cuya feliz o desdichada resolución era determinante de la posterior normalidad o neurosis. Freud localizaba las causas de las neurosis integramente en la mente de sus pacientes. Según el, la causa última de los problemas de sus pacientes se encontraba los sentimientos que habían tenido durante la infancia. La terapia consistía en ajustar la vida interior del paciente, no en cambiar las circunstancia en la que vivía. La buena salida del paciente dependía de que este resolviera las dificultades que había tenido a la edad de cinco años, no las dificultades a las que se enfrentaba en ese momento.
El episodio central de la historia del psicoanálisis fue el abandono por parte de Freud de su teoría de la «seducción» sobre la Histeria y su sustitución por el complejo» de Edipo». Freud (1925) se refirió a un curioso episodio temprano en el que sus pacientes habrían sido seducidas sexualmente por sus padres. En realidad, las seducciones no habían tenido lugar, pero reflejaban la fantasía inconsciente de tener relaciones sexuales con el progenitor del sexo opuesto. Estas fantasías constituían el núcleo del «complejo de Edipo«, el crisol de la personalidad en la teoría psicoanalítica.

–El curiosos episodio del «error de la teoría de la seducción»:
En «Estudios sobre la Histeria» Freud y Breuer habían propuesto que el origen de todo síntoma histérico es un acontecimiento traumatico reprimido. Ahora Freud aseguraba, basándose en los recuerdos de sus pacientes, que había un único suceso traumatico en el fondo de la Histeria: La seducción de los niños sexualmente inocentes por parte de sus progenitores.
Sin embargo, el entusiasmo de Freud por la teoría de la seducción se vino abajo. El 21 de Septiembre de 1897 Freud le confesó a su amigo Fliess que tal vez la «teoría de la seducción» fuese un cuento de hadas. «Ya no creo en mi teoría de la Neurosis». Las historias de seducción relatadas por sus pacientes no eran ciertas, no habían sucedido en realidad. Freud propuso 4 razones para abandonar la teoría de la seducción:
- Fracaso terapeúrico: Freud cría que solo una teoría verdadera de la mente podría curar las psicopatologías y estaba dispuesto a abandonar la «teoría de la seducción» porque no curaba a sus pacientes.
- La Histeria es un transtorno. Si los abusos sexuales a menores eran su única causa, debería deducirse que este tipo de abusos proliferaba entre la población, algo que Freud consideraba muy poco probable. Freud conocía casos en los que algún niño había sufrido estos abusos y no se había convertido en histérico.
- El inconsciente simplemente toma las fantasías sexuales de la infancia por hechos reales y hace que el paciente se lo cuente al terapeuta como si se tratara de seducciones que realmente han tenido lugar.
- Tales historias no aparecen en un estado de delirio, con todas las defensas mentales destruidas. Si fuese habitual ser seducido cuando niño, los pacientes psicóticos, que no tienen miedo a esos recuerdos, los revelarían.
Freud estaba tan alterado que decidió abandonar 2 cosas: «La resolución completa de la eurosis y el conocimiento cierto de sus etilogía en la infancia.
Freud consideraba ahora las historias de seducción de sus pacientes como «fantasías edípicas» de la infancia evocadas falsamente como recuerdos. Esta solución permitió a Freud conservar una idea que apreciaba mucho: la de que las neurosis son consecuencia del despertar insonsciente de sucesos de la infancia. Según la antigua teoría, esos acontecimientos eran seducciones sexuales sufridas durante la infancia: según la nueva, eran fantasías sexuales infantiles.
Freud describió heroicamente la existencia de la sexualidad infantil y el complejo de Edipo al abandonar su antigua teoría.
–Lo que ocurrió en realidad:
Parece bien que o bien Freud indujo a sus pacientes a contar aquellas historias de seducción infantil, o bien se las atribuyó y mintió luego acerca de todo el episodio de la seducción.
En los informes publicados por Freud, los seductores no son nunca los progenitores. Normalmente, son otros niños, en algunas ocasiones adultos tales como tutores o institutrices y, en otras, un pariente adulto no especificado, pero nunca uno de los progenitores. O Freud falseó los datos que describió a sus colegas psiquiatras o no había ninguna historia de fantasías edípicas. Más grave es la posibilidad de que los paciente de Freud, no le hubieran contado nunca ninguna historia de abusos sexuales.
Freud creía en la teoría traumática de la histeria de Charcot. El error de la seducción fue fruto de combinar estas creencias con las agresivas técnicas terapéuticas de Freud. Aunque el psicoanálisis terminó convirtiéndose en arquetipo de la terapia no directiva, la práctica de Freud era en realidad muy diferente. En sus primeros casos, Freud se mostraba extremadamente directivo e interpretativo, apabullando a los pacientes con interpretaciones sexuales hacía de su conducta. Freud confiaba enormemente en sus capacidad para descubrir secretos ocultos.
Freud disfrutaba obligando a sus pacientes a aceptar lo que el consideraba la verdad, e interpretaba cada resistencia como un indicio de que estaba acercándose cada vez mas a un gran secreto. Lo que nadaba buscando era la sexualidad infantil y una única causa traumática para la histeria. Cioffi, asegura que los pacientes de Freud se inventaban las historias de sus seducciones para apaciguar al conquistador. Esterson (1993) y Schatman (1992) creen que Freud deducía las historias de seducción y se las imponía a sus pacientes. Tanto Cioffi como estos dos ultimos autores sostienen que, en cierto momento, Freud se dio cuenta de que las historias de seducción eran falsas y se vio en la dificil tesitura de explicar cómo podía ser esto así. Lo hizo, según los autores citados, inventandose el «complejo de Edipo» y la sexualidad infantil. En esta nueva formulación, siguen siendo increiblemente reveladoras de la vida anterior del niño. El psicoanálisis se convirtió en una doctrina interesada solo en la vida interior del ser humano. Sin embargo, con este nuevo giro, Freud se vio obligado a repudiar o enterrar aquello en lo que había creido durante el episodio originario de la seducción.
Sulloway (1979) afirma que la leyenda psicoanalítica pretendía eclipsar la influencia de Fliess en Freud, concretamente el hecho de que la idea de la sexualidad infantil hubiera procedido de Fliess.
Fliess creía en una teoría de» los biorritmos», basada en ciclos de 23 dias en el caso de los hombres y de 28 en el de las mujeres, cuya combinación podía explicar sucesos como nacimientos y fallecimientos.
Sulloway defiende que, en el periodo que siguió al fracaso del «Proyecto«, Freud adoptó caso en su totalidad las teorías de Fliess sobre la sexualidad y el desarrollo del ser humano, pero ocultan sistematicamente tal influencia. Según Sulloway, Fliess concibió el «ello» y Freud se lo apropió sin reconocerlo. Fliess defendió la concepción de que los niños y las niñas tenían sentimientos sexuales y además creía en la bisexualidad innata del ser humano. Freud alardeó de su descubrimiento de la naturaleza bisexual innata de la infancia humana e insistió en apropiarse el mérito del descubrimiento y Fliess, temiendo que le estuvieran robando las ideas, puso fin a la relación.
–Las consecuencias del «episodio de la seducción»: La Fantasia supera la realidad.
Tras el episodio de la seducción, Freud dejo ver las causas de la neurosis en la vida sexual de sus pacientes y las localizo en su vida mental. Los críticos de Freud, le acusan de haberse convertido en un terapeuta insensible a los problemas de los pacientes.
Existía por parte de Freud también, un rechazo a la posibilidad de que la dinámica familiar y otros factores presentes o en curso tuvieran alguna influencia sobre los problemas de los pacientes. La psicología profunda atribuyó al inconsciente la soberanía absoluta sobre el estado de salud y de enfermedad mental, haciendo de los pacientes los únicos responsables de su salud.
*Historia de la Psicología. Edit. Pearson. Uned. Tema 8.